1. Las autoras nos invitan a repensar las cuestiones cotidianas que de manera inconsciente reproducimos con los chicxs y con nuestrxs compañerxs de trabajo también, en montones de pequeños actos y en grandes asuntos. A estar atentxs a los cuestionamientos de lxs estudiantes, a pensar en la igualdad, apuntando a la reflexión colectiva, a ponerle palabras a sus sentimientos y generar pregunta en relación a las prácticas culturales de privilegio hacia un sector de la población en determinadas tareas específicas.
2. La escuela en la que trabajo ha sido escuela de varones desde sus inicios. Es una institución agraria de residencia a 50 km. de la ciudad en donde vivo. Este año cumplió 90 años y hace 6 que ingresaron por primera vez mujeres a las residencias. Es un logro muy importante, y lo celebramos. Pero hoy, 6 años después del ingreso de las mujeres a la escuela, aún vemos como cuesta desarticular cuestiones patriarcales en relación a las actividades del campo, y de privilegios de los hombres sobre las mujeres. Es una tarea que se viene realizando desde el equipo de gestión junto a todo el equipo docente, que tiene muchas cuestiones positivas pero otras, quedan aún por repensar y modificar.