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Este curso tiene como característica que lo podes hacer a tu ritmo, en cualquier horario y desde cualquier dispositivo. No hay fechas preestablecidas ni horarios fijos de cursada. Los contenidos estarán siempre disponibles.
En el momento que quieras, podés compartir tus experiencias o hacer preguntas sobre los temas desarrollados en el foro que se encuentra al inicio del curso.
Una vez finalizados todos los módulos, te vamos a pedir que respondas una encuesta de calidad para poder obtener tu certificado digital.
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Módulo 1: Vínculos como objeto de enseñanza
Estimadas y estimados colegas:
A convivir se aprende y, por tanto, se enseña. Si pensamos que la violencia es una forma fallida, pero forma al fin del lazo, llegamos tarde si sólo intervenimos una vez que ésta irrumpe. Nuestro objeto de trabajo, se trate del aula o de una decisión de política educativa, es en primera instancia la convivencia. Pero no enseñamos a convivir sólo para prevenir las violencias, sino que es un aprendizaje con valor en sí mismo, es uno de los ejes estratégicos de la formación en nuestras escuelas.
Es un aprendizaje que atraviesa la experiencia institucional en su conjunto. Enseñamos a convivir en los diferentes espacios curriculares: Formación Ética y Ciudadana, ESI, Tutorías, las clases de Educación Física son espacios particularmente propicios, aunque no los únicos. Enseñamos cuando habilitamos espacios de participación como las asambleas de aula, los consejos de convivencia, la elaboración de acuerdos de convivencia. Pero no el aprendizaje de los vínculos no se limita a determinados espacios curriculares, ni a determinadas experiencias, sino que atañe a la cotidianeidad de la vida escolar. En el día a día escolar, nuestras niñas, niños, adolescentes y jóvenes aprenden del tratamiento que hacemos de las diferencias, del modo en que nos arreglamos frente a los conflictos, de los espacios en que habilitamos para que circule la palabra.
Con frecuencia estos aprendizajes forman parte de lo que denominamos “curriculum oculto”, es decir, de aquello que se enseña pero que no se encuentra explícito en ningún documento curricular, en ninguna planificación. Y no es oculto por voluntad de ocultamiento sino porque no somos conscientes de ello. Y en numerosas ocasiones el curriculum oculto entra en contradicción con aquello que procuramos enseñar.
Las normas escolares son un ejemplo de curriculum oculto, ya que muchas veces resultan muy permeables a los estereotipos de género (cuando regulamos más el modo en que se visten las mujeres que los varones, cuando prohibimos que ellos se pinten las uñas). También las prácticas permean estereotipos géneros, cuando los chicos juegan al fútbol ocupando la mayor parte del patio y las chicas juegan en los márgenes que les dejan libres, cuando esperamos que las chicas se porten bien y con los chicos somos más permisivos.
Por eso es fundamental que la enseñanza de la convivencia, del modo en que nos vinculamos, sea pensada como una acción reflexiva y sistemática, que podamos pensar sobre nuestras propias prácticas y, a la vez, que diseñemos actividades y recursos para hacer de los vínculos un objeto de enseñanza y aprendizaje.Actividad sugerida módulo 1:
Te propongo ver las siguientes entrevistas a Nuria Lantos y Alejandra Lapegna, de la colección Ejercer derechos, repensar vínculos. Aportes en clave de género, diversidad y ESU del portal educ.ar y responder a las preguntas que planteamos en el foro del curso.
Nuria Lantos: Cuestiones simples como los juegos, el uso de los espacios en los recreos y la manera de formar fila son algunas manifestaciones de las convenciones de género en el universo escolar. En este video lo explica en profundidad Nuria Lantos, del equipo de conducción del Instituto de Enseñanza Agropecuaria (IEA) Nº 17 del paraje Laguna Azul de Bernardo de Irigoyen, Misiones.
Alejandra Lapegna: es Regente de Formación Docente y Profesora de ESI en diversos institutos de formación docente inicial y continua. En la entrevista analiza cómo aparecen los estereotipos en la escuela, considerando aspectos como la infraestructura, la organización institucional, las prácticas cotidianas y la formación docente.
Módulo 2: Participación escolar
Estimadas y estimados colegas:
En el módulo 2, les proponemos reflexionar sobre la participación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en la vida institucional. La participación es un derecho que ampara a infancias y adolescencias, no una gentil concesión que hacemos las personas adultas.
Como derecho se encuentra enunciado en la Convención de los Derechos del Niño, que en nuestro país tiene rango constitucional. Establece este instrumento, en su artículo 12, “Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez del niño”.
Además, lo incorpora la legislación que nuestro país sanciona en función de los compromisos asumidos cuando ratifica la Convención: La Ley de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, la Ley de Educación Nacional, la Ley de Promoción de la Convivencia y Abordaje de la Conflictividad en las Instituciones Educativas y la Ley de Representación Estudiantil, esta última más conocida como ley de centros de estudiantes. En la legislación provincial y finalmente en las resoluciones acordadas en el seno del Consejo Federal de Educación: la 93/09, para el nivel secundario y la 23/14 para los niveles inicial y primario.
Este marco normativo interpela a las prácticas institucionales y docentes para dar lugar a la voz de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en una escuela en la que persisten vestigios del paradigma tutelar.
A la luz de dicha normativa se han ido diseñando algunos dispositivos pedagógicos como pueden ser las Rondas de Convivencia para los niveles inicial y primario, los Consejos de Convivencia para el nivel secundario, la elaboración participativa de Acuerdos Institucionales de Convivencia. En este módulo analizaremos el sentido de estos espacios como experiencias de formación significativas.
Pero además de la existencia de espacios de participación específicos, es preciso que tengamos en cuenta que la participación atañe a la vida institucional en su conjunto, a la experiencia áulica, al modo en que se resuelven los conflictos y son tratadas las diferencias. De nada sirve habilitar espacios de participación si luego en el devenir cotidiano, en las aulas, no hay espacios para la circulación de la palabra.
A participar se aprende participando, no es un punto de llegada sino un proceso, en el cual es fundamental el acompañamiento de las y los docentes. En este sentido, la escuela es una oportunidad privilegiada para el ejercicio de prácticas de ciudadanía democráticas.
Las y los invito a recorrer los materiales y a participar en el foro del curso.
Actividad sugerida módulo 2:
A partir de la visualización de los siguientes fragmentos seleccionados en “Cambio de juego. Deportes y género” y en la película “Después de Sarmiento”, respondé la pregunta que planteamos en el foro del curso.
Cambio de juego. Deportes y género
Después de Sarmiento
Módulo 3: Vínculos en entornos digitales
Estimadas y estimados colegas:
En los tiempos que corren, la reflexión sobre el impacto de las tecnologías de la información y la comunicación en los modos en que nos vinculamos resulta insoslayable.
Los especialistas refieren a una cada vez mayor continuidad entre lo que sucede en los entornos digitales y en los espacios físicos, tanto es así que la expresión "virtual", que refiere a un reflejo de la realidad, ha caído en desuso. No transitamos un mundo on line y otro offline, sino que ambos se encuentran mutuamente imbricados y es tan real lo que sucede tanto en uno como en otro.
Hoy los conflictos en las redes tienen su desenlace en la escuela y viceversa: conflictos que se inician en la escuela continúan en las redes con el altísimo poder de difusión y la hipervisibilidad que estas suponen. Además, el contenido en las redes está “grabado en piedra”. Lo que se sube a internet, por más que intentemos borrarlo, allí permanece.
Viralización y perdurabilidad aumentan el malestar, la humillación y el dolor que puede provocar un episodio de violencia. Estos son tal vez los rasgos más evidentes. Pero también nos interesa preguntarnos qué sucede con los vínculos cuando el otro está detrás de la pantalla, ¿funciona el otro como un límite ético cuando no contamos con los gestos, miradas, posiciones que nos permiten advertir a tiempo lo que podemos provocar con nuestras palabras o actos?, ¿cómo interpretamos al otro cuando median las pantallas?, ¿qué sucede con los vínculos en encuentros en los que el cuerpo pareciera estar a salvaguarda y todo acto se encuentra a tan solo un click de concretarse?
Las y los invito en esta clase a reflexionar sobre algunos rasgos que asumen los vínculos cuando tienen lugar en los entornos digitales que los hace más prestos al malentendido y, por tanto, a la escalada de conflictos.
Actividad sugerida módulo 3-1:
A partir de la visualización del video "Experimento social Ciberodio", respondé la pregunta que planteamos en el foro del curso.
Actividad sugerida módulo 3-2:
La Secretaría de Medios y Comunicación Pública de la Nación desarrolló un simulador de decisiones que promueve un enfoque constructivo hacia la resolución de conflictos, fomentando el diáloo, la escuca activa y la comprensión de las diferentes perspectivas. Te compartimos este recurso y te proponemos participar en el foro generando una actividad en donde utilices esta herramienta para abordar alguna problemática en tu institución.
Módulo 4: Violencias en las escuelas
Estimadas y estimados colegas:
A lo largo de este módulo, las y los invitaremos a pensar sobre una problemática que nos preocupa: la violencia en las escuelas . Reflexionaremos acerca del tratamiento que la sociedad contemporánea hace de esta temática y acerca de los dispositivos para darle respuesta.
Con este propósito, nos interrogaremos sobre los efectos en la subjetividad y en el lazo de los discursos que hoy circulan sobre un fenómeno escolar de larga data: el bullying.
La visibilización de un fenómeno sin lugar a dudas es positiva: desnaturaliza situaciones que son formas de violencia o de maltrato. Y eso es claramente un avance, porque sólo podremos intervenir en la medida en que las percibamos como tales.
El problema no es que se visibilice el fenómeno, sino el modo en que se lo hace: ¿qué discursos se montan en relación con el “bullying”?, ¿qué connotaciones se le asocian?, ¿qué representaciones del otro, qué representaciones de las relaciones en la escuela y de la autoridad docente transmiten?
Y si nos preocupa es por sus efectos en el lazo. Hoy los discursos sobre el bullying permean fuertemente las relaciones y sus consecuencias son luego difíciles de remontar en las escuelas. No son discursos aislados sino que se inscriben junto a una serie de dispositivos que permiten describir a la vez que anticipar un clima de época: cámaras de seguridad, detectores de armas, mochilas transparentes, personal de vigilancia identificado en los recreos, señalan con su sola presencia la existencia de un otro que constituye una amenaza, el advenimiento de un peligro.
Desde dispositivos como los mencionados, los conflictos lejos de apaciguarse se acrecientan en las escuelas. Conflictos que se han iniciado como “bromas” entre niños de 6 ó 7 años (unos cuernitos, un apodo, una canción en tono de burla) han terminado con la presencia de abogados en la escuela, con los efectos nocivos que ello supone de los cuales los propios niños son los principales perjudicados. Y aquí vale la pena volver a enfatizar: nadie niega la importancia de trabajar con los chicos que algo que hace doler u ofende a otro nunca es una “broma” sino que es una forma de violencia, pero de allí a una resolución por la vía jurídica hay un largo trecho que no se recorre: es justamente la resolución por la vía pedagógica.
Porque la escuela es el espacio en el que niñas, niños y adolescentes aprenden a relacionarse de modo democrático, solidario y pluralista. No enseñamos a convivir sólo para prevenir la violencia sino que es una de las funciones estratégicas de la escuela.
Finalmente, el bullying existe y es necesaria la intervención adulta para ponerle fin, por este motivo aportaremos elementos para la construcción de un enfoque alternativo a los que hoy hegemonizan el pensamiento pedagógico y social. Nos preguntaremos cómo superar el enfoque centrado en el individuo, que estigmatiza y culpabiliza a los sujetos, para promover nuevas lecturas que pongan luz sobre las condiciones institucionales en que los sujetos asumen una u otra posición en el tablero de relaciones que constituye un aula.
Actividad sugerida módulo 4:
En el foro del curso encontrarás dos escenas de la vida escolar: "se hace la importante" y "las divinas". Te proponemos analizarlas y responder la pregunta que planteamos el foro.